Existe una discusión respecto a si conviene informar a los alumnos, al principio de la clase, acerca de los objetivos de la misma.
Muchos piensan que exponer en público los objetivos de la clase le quita interés a la actividad y además puede disminuir la participación activa de los alumnos.
Nosotros sostenemos que resulta muy positivo que los alumnos conozcan desde el vamos los objetivos de la clase y presentamos a continuación algunas de las razones:
1. Dirección y Enfoque: Al tener claros los objetivos, los alumnos comprenden qué se espera que aprendan o logren durante la clase. Esto les proporciona una dirección clara y les ayuda a concentrarse en los aspectos más relevantes de la lección.
2. Motivación y Compromiso: Entender los objetivos puede incrementar la motivación de los alumnos. Al saber lo que van a aprender y por qué es importante, pueden ver el valor y la relevancia de la lección, lo que a su vez puede incrementar su interés y compromiso con el material.
3. Autoevaluación y Responsabilidad: Cuando los alumnos conocen los objetivos, pueden monitorear su propio progreso y comprensión a lo largo de la clase. Esto fomenta la responsabilidad personal y la autoevaluación, habilidades clave para el aprendizaje autónomo y el desarrollo formativo.
4. Estructura y Organización: Presentar los objetivos al inicio ayuda a los alumnos a entender la estructura de la clase. Esto puede ser especialmente útil para organizar sus notas, identificar conceptos clave y seguir el flujo de la lección de manera más efectiva.
5. Facilita la Conexión con Conocimientos Previos: Conocer los objetivos permite a los estudiantes relacionar el nuevo contenido con lo que ya saben. Esto ayuda a construir conexiones significativas y facilita la comprensión y retención de la nueva información.
6. Reducción de Ansiedad: Algunos alumnos pueden sentirse ansiosos al enfrentarse a material nuevo. Saber de antemano lo que se espera aprender puede reducir esta ansiedad, ya que les da una idea clara de lo que viene y les permite prepararse mentalmente.
7. Mejora de la Participación: Cuando los alumnos entienden lo que se espera de ellos, es más probable que participen activamente en la clase, haciendo preguntas y contribuyendo a las discusiones, lo cual enriquece su experiencia de aprendizaje.
En resumen, establecer objetivos claros al principio de una clase es una estrategia formativa efectiva que mejora la experiencia de aprendizaje, alinea las expectativas y facilita una participación más activa y significativa de los alumnos.
Si los alumnos conocen los objetivos podrán ayudarte a alcanzarlos.