Antes de dictar una clase o una conferencia el formador apuntará en forma libre todos los pensamientos y las sensaciones que le provocan la actividad que está por realizar (decisiones, dudas, temores, problemas y soluciones, inconvenientes previstos, etc., etc.). El registro será hecho como en un diario personal.

Podrán volcarse las ideas en forma asociativa, por orden de importancia o de cualquier otra manera que el docente considere conveniente. 

Será importante remarcar aquellos descubrimientos efectuados durante la reflexión a los que llamaremos "puntos de enriquecimiento".

Al finalizar la actividad formativa se deberán registrar en el cuaderno todas las conclusiones relacionadas con la actividad realizada. El formador deberá apuntar además tres decisiones concretas para aplicar en la próxima actividad.

En el registro de su próxima actividad el docente podrá verificar en qué medida y con qué nivel de éxito ha aplicado las decisiones tomadas anteriormente.

El cuaderno incluirá un "Gráfico de Satisfacción" por cada actividad y no se extenderá más de dos páginas por actividad.