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"Tratamiento de alumnos problemáticos en la clase"
Un buen formador tiene la responsabilidad de garantizar que la actividad formativa a su cargo esté preparada adecuadamente: las transparencias ordenadas, el aula convenientemente preparada, los accesorios didácticos en buen estado y el material impreso listo para ser repartido a los alumnos.
Aparentemente, la clase está lista y el éxito asegurado. Sin embargo, un factor decisivo no ha sido tomado en cuenta y es el comportamiento de posibles alumnos "problemáticos" un alumno que llega tarde, otro que no está concentrado, uno que no coopera con el aprendizaje, el que abandona antes de tiempo, etc... Comportamientos de esta índole ponen en peligro el esfuerzo invertido en una preparación larga y meticulosa. Es por ello que el buen formador deberá saber identificar y tratar en forma eficiente aquellos casos que pueden poner en peligro el desarrollo normal de la actividad formativa.
Comúnmente existe una tendencia a definir como alumnos "problemáticos" a aquellos que manifiestan un comportamiento negativo: el alumno que habla con un compañero al mismo tiempo que el formador dicta su clase, el alumno que durante la clase hace cosas que no tienen nada que ver con el tema tratado, el alumno que discute en forma permanente sin estar dispuesto a aceptar una postura distinta a la suya, etc. Sin embargo, un alumno introvertido, vergonzoso o para el cual la actividad formativa es inadecuada, puede también entorpecer el normal desarrollo de la clase.
Es así que la definición de alumno "problemático" incluye a todo aquel que por cualquier razón impide a sí mismo y a los demás la obtención de los objetivos formativos fijados.
Cuando intentemos tratar adecuadamente a algún alumno problemático deberemos observarlo siempre desde la perspectiva de sus compañeros de clase tratando además, en forma empática, de ponernos en su lugar para comprender los posibles motivos que pueden explicar su comportamiento.
Convendrá recordar que comportamientos aparentemente agresivos en la clase no siempre están dirigidos en contra del formador. Es más, en la mayoría de los casos no tienen nada que ver con él.
El formador intentará prevenir las posibles interferencias en la clase anteponiéndose a su aparición mediante acciones preventivas.
De ser posible convendrá movilizar la ayuda de otros alumnos para tratar con éxito el comportamiento del alumno problemático.
Frecuentemente aparecen en la misma clase y en forma simultánea varias dificultades. El formador deberá ocuparse primero de aquellas que amenazan en mayor medida el desarrollo normal de la clase.
Tipología del "alumno problemático" y su tratamiento adecuado
Se presentan a continuación 16 tipos distintos de "alumnos problemáticos" acompañados de posibles vías de tratamiento, tanto directas como indirectas.
1) El "Aburrido"
Este alumno transmite de muy variadas formas su falta de conexión con el tema de la clase. Su lenguaje corporal es inconfundiblemente claro y expresivo: relajamiento, pasividad, desgano, miradas disimuladas al periódico, bostezos frecuentes, todo esto nos alerta acerca de su presencia en la clase.
¿Cómo podemos "sacudir" al aburrido
Remarcar los beneficios personales vinculados al material enseñado
Cambios de ritmo en la clase
Actividades motóricas
Utilización de elementos pedagógicos no convencionales
Presentación de ejemplos negativos exagerados y mucho humo
2) El "Golpista"
Su comportamiento se manifiesta a través de una molestia activa basada en un intento permanente de competir con el formador y con sus compañeros de estudio a los efectos de tomar el mando de la clase. Su tendencia a discutir y a elevar mociones de orden reiteradas ponen en peligro la posible intervención de alumnos introvertidos y vergonzosos.
¿Cómo podemos tratar al golpista?
Utilización de grupos pequeños
Rotación de liderazgo dentro de los grupos
Aliento a la participación, premiándola en forma simbólica
Mantener una cercanía física con el golpista
Fijar reglas claras para el proceso de aprendizaje
Repartir "fichas de participación"
Formular preguntas directas a otros alumnos
Nombramiento de alumnos "silenciosos" para la ayuda activa a otros compañeros
Dar misiones difíciles al golpista
Movilización del golpista para que ayude a otros compañeros de estudio
3) El "Inquieto"Este alumno tiende a dividir su tiempo dentro de la clase y fuera de ella. Muy sociable, activo, tiene la costumbre de fijar encuentros de trabajo y de otro tipo justamente durante las horas de clase. Sale del aula, vuelve y sale nuevamente y todo ello con una maravillosa e irresistible sonrisa.
¿Cómo "anclamos" al inquieto?
Difusión anticipada de las exigencias del curso
Aclaración de las "reglas de juego" al comenzar la actividad
Nombrar al inquieto como ayudante del formador
Conversación personal
4) El "Tardón" Embotellamientos de tránsito, niños enfermos, reuniones sorpresivas, inconvenientes con su automóvil, todos estos son acontecimientos rutinarios en su vida. Sin embargo, a pesar de sus retrasos no renuncia al hecho de querer estar actualizado y es así que molesta a sus compañeros solicitando de ellos que lo pongan al tanto del material presentado en su ausencia.
¿Cómo trataremos al tardón?
Determinación de reglas claras para la actividad
Pacto de expectativas
Disposición adecuada del aula (la puerta de entrada debe estar al fondo)
Comenzar la clase en la hora fijada
Presentación de material atractivo al comienzo de la clase y después de los descansos
Agradecimiento público a los alumnos puntuales y entrega de premios simbólicos
Ubicación de un reloj visible en una de las paredes del aula
Evitar detener la clase en el momento en que llega tarde algún alumno
5) El "Confundido" Siente una permanente incertidumbre respecto a su relación con la clase. Fue enviado a la actividad sin habérsele aclarado los objetivos y las exigencias de la misma. Le resulta difícil entender el racional de la clase y por ello retrasa el avance repitiendo preguntas ya formuladas, presentando ejemplos irrelevantes y haciendo comentarios fuera de contexto.
¿Cómo podemos ayudar al confundido?
Revisar minuciosamente las invitaciones a la actividad
Presentación detallada del programa
Resúmenes parciales frecuentes y control de captación
6) El "Introvertido" Silencioso, evita la comunicación directa con sus compañeros, difícil de estimular, a pesar de estar atento y concentrado no participa en forma activa.
¿Cómo hacemos participar al introvertido?
Utilización de pequeños grupos
Presentación de preguntas a los grupos
Solicitar preguntas por escrito
Alentar la participación a través de premios simbólicos
Formación de parejas junto a alumnos extrovertidos
Participación en actividades no-verbales
Solicitud de feedback y divulgación pública con la correspondiente autorización
7) El "Super-ocupado" El prestar atención a la clase es sólo una actividad más entre otras muchas que lo mantienen ocupado. Actualizar su agenda, contestar el correo, redactar informes, todo esto se ha transformado para él en rutina durante las actividades formativas de las que toma parte.
¿Cómo podemos ayudar al super-ocupado?
"Limpiar" las mesas antes de comenzar la clase
Suministrar armarios para guardar material "competidor"
Ejercicio "postergación de misiones"
Debates en grupos pequeños
Misiones por parejas
Activación permanente de los alumnos
Cercanía física con el alumno
Conversación personal
8) El "Prisionero" Comportamiento clásico en alumnos que fueron enviados a la actividad sin ninguna explicación previa. Ve su participación en la clase como un castigo injustificado.
¿Cómo liberar al prisionero?
Legitimar sus reservas
Presentar en forma clara los beneficios de la actividad formativa
Movilizar su ayuda
Conversación personal para detectar las verdaderas causas de su comportamiento
Permitir el abandono de la actividad
9) El "Inadecuado" Participa de la actividad sin reunir los requisitos básicos. "Alguien" se ha preocupado en incluirlo en la clase insinuando que debe aprobar de cualquier manera.
¿Qué hacemos con el inadecuado?
Difusión anticipada del programa de estudios
Fijar exigencias previas para la participación en la actividad
Exámenes de ingreso y clasificación por niveles
Nombrar un alumno que le sirva de apoyo
Desarrollo cronológico de los temas de acuerdo a su dificultad
Permitir el abandono de la actividad
10) El "Anticuado" Alumno veterano, pertenece a la vieja generación, hace ya mucho tiempo que no participa de una actividad formativa y de pronto está involucrado en un curso con gente joven, moderna y muy activa. Teme que su imagen se vea alterada por un posible fracaso en público.
¿Cómo ayudar al anticuado?
Abrir la clase con temas conocidos
Reconocimiento público de la importancia de la experiencia y la veteranía
Utilización de testimonios y acontecimientos del pasado
Conversación personal de apoyo
11) El "Charlatán" Alumno extrovertido, puede llevar a cabo varias conversaciones simultáneas especialmente en los momentos en que habla el formador. Si se le llama la atención pasa a las conversaciones por escrito mediante el uso de pequeños papeles.
¿Cómo silenciar al charlatán?
Activación de los alumnos
Trabajo en pequeños grupos
Rotación entre los miembros de los grupos
Cercanía física
Preguntas directas e indirectas
Disminución del volumen de la voz
Conversación personal
12) El "Telefonista" Teléfonos celulares, beepers, ordenadores portátiles lo acompañan siempre y a donde vaya. Un instante sin comunicación con el mundo exterior puede llegar a desmoronarlo.
¿Como desconectar al telefonista?
Reglas precisas y pacto de expectativas
Salir puntualmente a los descansos
Pedir cerrar los teléfonos móviles al comenzar la actividad
Brindar servicios de avisos durante los descansos
13) El "Sabelotodo" Caracterizado por tener una autoconfianza exagerada, todo lo sabe y todo le resulta conocido. Se siente obligado a opinar sobre cualquier tema. Está convencido que su verdadera función debería ser la de formador. ¡Atención! Deberemos saber distinguir entre "simuladores" y aquellos que de verdad saben mucho.
¿Cómo tratar al sabelotodo?
Exámenes previos
Reconocimiento de la experiencia y la sabiduría de los alumnos
Designar a alumnos destacados como "mentores" de sus compañeros
Ejercicios avanzados
Apertura adecuada (ejercicios "reloj" y "moneda")
14) El "Dormilón" Siempre cansado, se duerme frecuentemente, pasivo.
¿Cómo despertar al dormilón?
Activación de los alumnos (especialmente en las horas difíciles)
Variaciones en la entonación y la intensidad de la voz
Bebidas (café y agua fría)
Descansos breves frecuentes
Ejercicios físicos
Preguntas y debates
Designar alumnos "despertadores"
15) El "Pelota" Admirador incondicional del formador. Siempre está de acuerdo incluso aun en casos en que no ha entendido el contenido. "Guardaespaldas" de la clase. Neutraliza desacuerdos enfrentándose con quienes disienten con el formador.
¿Cómo tratar al pelota?
Destacar el comportamiento de otros alumnos
Alentar respuestas alternativas
Guardar distancia
Misiones desagradables
Desacuerdo manifiesto
16) El "Escéptico" "...no va a funcionar...", "...ya lo hemos probado y ha fracasado...", "...no es lo que necesitamos..."
¿Como tratar al escéptico?
Utilizar ejemplos reales
Testimonios
Presentación de datos
Exigencia de resistencia argumentada
Disminución de energías negativas
Características del tratamiento
Las diversas acciones que el formador puede y debe llevar a cabo para el tratamiento adecuado de los alumnos "problemáticos" en el aula pueden ser, como hemos visto, de diferentes tipos y se pueden sistematizar en función de que éstas sean preventivas o correctivas y directas o indirectas,
Reglas para el tratamiento
Existen cuatro reglas fundamentales que deben tenerse en cuenta a la hora de efectuar un tratamiento de los posibles problemas surgidos en el aula:
Sé precavido: Para todo aquello que de antemano sabes que no vas a poder evitar, debes llevar preparado de manera preventiva el "antídoto".
No te culpabilices: No debes tomar los problemas en forma personal. Considera la regla del 20%: si los problemas superan ese porcentaje, la causa pueder estar en el formador, pero de no ser así el problema reside con toda probabilidad en el alumno.
Pide ayuda: Apóyate en los demás alumnos para tratar los posibles inconvenientes que surjan.
Fija prioridades: Debes concentrarte para dar prioridad, tanto en tiempo como en esfuerzo, a los problemas más serios.